No hay tu tía
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lunes, octubre 27, 2003
K: separando las aguas del movimiento social 
La definición del peronismo como un movimiento de base social amplia siempre estuvo relacionada con su capacidad inicial para instaurar un tipo especial de organización obrera: el sindicalismo de estado.
Para Kirchner (tomado como primer representante del kirchnerismo) el sector sindical está muy lejos de lejos de ser la llave para la ampliación de la base social del gobierno. Al contrario, la crisis de representatividad de la clase política es también, hace mucho, la de "los gordos". La alineación automática de los dirigentes gremiales con los gobiernos justicialistas de turno, sin importar su signo político, también los hace poco confiables para un proyecto que intenta contrastar con el menemismo. Ni hablar de su caracter de "fuerza de choque", que ha traido algunos problemas al gobierno, como los incidentes de las elecciones en Catamarca.
No obstante, es en vano profundizar en las relojerías internas del sindicalismo argentino y la percepción que la gente tenga sobre él, porque su principal falencia no es intrínseca. El hecho es que -a diferencia de previos peronismos- al kirchnerismo no le basta la base gremial para legitimarse socialmente (o, más bien, para importar y ser fuerte y abarcador socialmente) porque el mundo social ya no se identifica con el mundo del trabajo.
En vistas de que en el nuevo siglo el movimiento social pasa por otro lado, Kirchner parece haberse propuesto una nueva apropiación-instauración. Esta sería la del piqueterismo de Estado. Si ya no hay trabajadores, es lógico que el kirchnerismo busque el apoyo de las organizaciónes combativas de desocupados (eso es mucho más fácil que crear nuevos trabajadores). El tema es qué tan combativas.
Hace poco más de un mes (17/09/03), se publicaba en Rebelión un comentario de la Agencia de Noticias Red Acción acerca de la actidud de las organizaciones piqueteras frente al gobierno y que también revela el temprano proceso de instauración: "las que desde hace tiempo mostraban una predisposición absoluta al diálogo con el gobierno de turno (FTV y CCC) profundizaron esa orientación; y algunas que venían jugando un activo rol de oposición revisaron su actitud y hoy acompañan expectantes el nuevo proceso sin confrontar abiertamente con la gestión K. A su vez, empezaron a surgir fuerzas piqueteras kirchneristas (MTD Evita y Frente de Desocupados "Eva Perón", por ejemplo) que buscan canalizar las demandas de los trabajadores desocupados para convertir a este actor social en base de respaldo del nuevo presidente".
Ahora bien, ¿qué pasará con los que no se avienen, con los que no están dispuestos a encolumnar su desamparo tras las banderas de K? La brigada antipiquetes, la disuasión, el control del reclamo. Todo lo que lleva a la sofocación.
Tras el primer peronismo, no existió otro sindicalismo que no fuera peronista. Lo que queda por saberse es si podrán las agrupaciones piqueteras independientes sobrevivir al doble juego de la sofocación oficial y la competencia con los piqueteros K, que podrían beneficiarse con el distribucionismo (planes jefes y jefas, planes de trabajo) gubernamental.

Disparador del comentario: la formación de la brigada antipiquetera.
Temas: criminalización de parte del movimiento social, piqueterismo de Estado, base social del gobierno.

                                                       posteado por Adrián a las 11:55 p. m.
Primer post 
A todos los que me conocen.

                                                       posteado por Adrián a las 12:29 p. m.